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Cuantum Medical, el ‘superglue’ catalán para suturar heridas

La empresa asentada en el PRUAB desarrolla unos adhesivos líquidos con aplicaciones medicinales que mejoran la protección de las heridas y aceleran su proceso de recuperación

Artículo extraído de Viaempresa.cat y creado por -Barcelona. Junio de 2025

De entrada puede parecer un exceso, pero en realidad tiene todo el sentido del mundo. El uso de adhesivos de endurecimiento rápido o cianoacrilatos en el ámbito médico se remonta a la Guerra de Vietnam, donde a alguien se le ocurrió que sería buena idea llevar un frasco de adhesivo para evitar que los soldados se desangraran en medio del campo de batalla. “Estos productos tienen propiedades hemostáticas y bacteriostáticas: detienen el sangrado y protegen contra la infección bacteriana”, revela el doctor en química orgánica y química de polímeros Rubén Sáez. La solución de entonces fue improvisada y presentaba carencias desde el punto de vista de la toxicidad, pero encendió la chispa para impulsar una nueva aplicación de un material que tiene muchas más utilidades que el archiconocido superglue.

Así lo confirma el mismo Sáez, director general de Cuantum Medical, empresa fundada en 2015 por un grupo de profesionales provenientes en su mayoría de Henkel, uno de los líderes mundiales en tecnologías adhesivas. “El mercado de los adhesivos médicos está muy regulado, y exige poner en marcha sistemas de calidad y obtener certificaciones, pero nos pareció un camino que valía la pena emprender”, recuerda el profesional. La principal motivación de los fundadores era hacer avanzar un sector que, pese a su potencial, “a nivel tecnológico prácticamente no ha cambiado en los últimos 50 años”.

Es aquí donde entran en juego los adhesivos médicos de Cuantum Medical, que se aplican en forma de apósitos líquidos en todo tipo de situaciones. “Desde el punto de vista químico, los adhesivos son monómeros, unas moléculas en forma líquida que, al contacto con la superficie de la piel, dañada o intacta, interactúan con las proteínas de la piel o la sangre y otros exudados e inician la polimerización para convertirse en una capa de adhesivo sólido”, explica Sáez. Este proceso se consigue aplicando una capa fina del adhesivo líquido y se completa en un periodo de entre 30 y 60 segundos, en los cuales el adhesivo se adapta al contorno de la superficie, a la cual queda firmemente adherido.

«Los adhesivos líquidos de Cuantum Medical se solidifican tras 60 segundos en contacto con la piel y la protegen mejor que una sutura tradicional.»

El aspecto interesante de esta solución es que está diseñada para que el adhesivo dure lo mismo que tarda la piel en completar su proceso de curación: “Las heridas se regeneran desde las capas inferiores hasta las capas superiores de la piel, y cuando la última capa se regenera, el adhesivo se desprende”. Durante este tiempo, la herida queda cerrada “de forma mucho más eficiente que con una sutura”, las cuales, a nivel microscópico, tienden a dejar muchos más espacios abiertos que los cianoacrilatos. Además, la propuesta también tiene ventajas estéticas, ya que ofrece mejores resultados en la cicatrización, y reduce el tiempo de recuperación, dado que la respuesta inflamatoria temprana es menos intensa que la de una cirugía.

Las características de los adhesivos médicos de Cuantum Medical han llevado a la empresa a adaptar el producto a diferentes formatos. En el caso de la cirugía general, la empresa distribuye el apósito mediante una pequeña jeringa estéril con un cartucho para introducir la sustancia, mientras que en cirugía oral trabajan con un tubo de aluminio para facilitar su aplicación. “Para el cirujano o el dentista, en lugar de tener que estar suturando durante cinco o diez minutos, supone solo 30 segundos, y para el paciente es mucho más cómodo, ya que se evita la contaminación por comida, bebida o tabaco, y no tiene que volver al hospital a retirar la sutura”, explica Sáez.

Diversificación del negocio

El camino hasta el mercado no ha sido fácil para Cuantum Medical, que tuvo que dedicar los primeros años como empresa a cumplir todos los requisitos exigidos por la normativa para operar en el mercado. “Los productos sanitarios se regulan por clases de riesgos. En el caso de los adhesivos tisulares —los que se usan para cerrar heridas traumáticas o quirúrgicas—, la clase 1 es la de menor riesgo, que sería un apósito líquido para distribución en farmacias; la clase 2 serían adhesivos para intervenciones quirúrgicas, de uso tópico o interno; y la clase 3, aplicaciones de uso interno, en el sistema vascular, venas del cerebro…”, revela el director general. La empresa obtuvo las certificaciones de nivel dos en 2020, pero cuando se disponían a comercializar el producto, llegó la pandemia, lo que les obligó a posponer su salida al mercado. Una espera que no desaprovecharon, ya que la dedicaron a “poner más énfasis en el desarrollo de la tecnología”.

Esta insistencia en potenciar la innovación científica del producto es lo que ha posicionado a Cuantum Medical dentro de un mercado poblado por enormes multinacionales. “Hemos descubierto que uno de nuestros puntos fuertes, que nos permite abrirnos camino siendo una empresa pequeña, es nuestro profundo conocimiento”, considera Sáez. Esto no solo se refleja en la comercialización de sus propios productos, sino también en las alianzas que establecen con otras compañías del sector, a las que Cuantum aporta el conocimiento tecnológico.

Sáez: “Uno de nuestros puntos fuertes, que nos permite abrirnos camino siendo una empresa pequeña, es nuestro profundo conocimiento.”

Fruto de estas colaboraciones, la empresa ha expandido su orientación inicial hacia el mercado médico. Sin dejarlo de lado, también ha trabajado en aplicaciones más industriales relacionadas con el ámbito de la salud, como la fabricación de dispositivos médicos, el ensamblaje de catéteres o la creación de puntas de agujas, así como propuestas más alejadas vinculadas a sectores como la automoción o los audífonos. La empresa también trabaja en el mundo de la cosmética, con adhesivos líquidos que pueden actuar como alternativa a las tradicionales lacas de uñas, ya que ofrecen una protección mucho más fuerte; o bien en el ámbito veterinario, del cual han aprovechado que existen menos barreras de entrada que en la medicina humana para replicar la gama de adhesivos médicos principales adaptados al mundo animal.

Expansión a nuevos mercados

Estas dinámicas han llevado a Cuantum Medical a orientarse más hacia el mercado B2B, trabajando casi siempre con proveedores que les ayudan a desplegar sus productos en nuevos mercados. Esta estrategia les ha permitido mantenerse como una compañía de base eminentemente técnica, con una plantilla de 10 trabajadores altamente cualificados y una cartera de tres patentes en el mercado y otros tres proyectos del ámbito industrial que aún no se han hecho públicos. Combinados con proyectos de investigación con financiación pública, Sáez asegura que tienen un “plan de negocio bastante ambicioso” con el que prevén aumentar la facturación a un ritmo del 50% anual, la cual actualmente se encuentra en una franja de entre dos y cinco millones de euros.

Todo este crecimiento se ha desarrollado desde el primer momento en las instalaciones del Parc de Recerca UAB (PRUAB), entidad con la que la empresa mantiene una estrecha relación, ya que tanto el fundador como varios de sus miembros se han formado en las aulas de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). De hecho, Henkel ya dispuso de un laboratorio en las instalaciones del Parc de Recerca durante varios años, y cuando el equipo constituyó la nueva empresa y tuvieron que buscar ubicación, la decisión fue clara. La empresa no solo lleva a cabo sus operaciones desde el PRUAB, sino que también colabora en diversos proyectos de investigación con facultades y centros adscritos a la UAB y se ofrece como destino de prácticas para los alumnos de algunos másteres de la Facultad de Química: “Hacer una etapa formativa en una empresa, por mucho que a veces se discuta, tiene un impacto muy positivo. Genera un motor de crecimiento muy positivo, respetando siempre los derechos de los trabajadores-investigadores y tratando a las personas como se merecen”. “El alumno realiza una investigación aplicada, y en una empresa como Cuantum no solo aprende sobre química, ya que se habla de todo: sistema de calidad, gestión… Salen con una visión muy amplia, y para la empresa es mano de obra cualificada con un coste competitivo”, concluye el director general de la compañía.

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